Mostrando entradas con la etiqueta ganas de salir adelante. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ganas de salir adelante. Mostrar todas las entradas

9 de junio de 2013

C A O S



Y aquí me hallo, fuera de la ventana intentando gritar, intentando huir de esta situación tan insoportable. 
Hay veces que cuando tienes un mal día, o un mal momento, lo sopesas pensando en lo bueno que puede ser el siguiente; que solo basta con cerrar los ojos, e imaginártelo y sonreír.
No sé  lo que me ocurre, es confuso el sentimiento que tengo, es asfixiante, es demoledor. A veces el dolor, es implacable, no te deja pensar, no te deja reaccionar. 
Sigo sin encontrar la tecla adecuada, para poder desconectar de él en sus momentos más insoportables. Donde la mente es la primera en abandonar tu cuerpo, donde la falta de oxigeno comienza a ser más que evidente, y solo te queda la opción de trabajar sin ella, con las consecuencias que esa acción, pueda llegar a ocasionar en ti misma.  No existe un plan B,  no hay  una salida trasera, por la que puedas escapar. No hay nada, salvo tu misma sin unas directrices precisas y seguras para poder salir de esa situación.

Sigo pensando que en el momento en el que tu mente comienza a fallarte, a dejarte sola; todo cambia, hasta ella misma. No sé como hacer para volver a encontrarte, para que me devuelvas aquellos años en los que todo era diferente, menos real. 
Quiero dejar de vivir en aquel extremo de esa montaña, con el miedo constante a caerme. Quiero dejar de arrepentirme por las cosas que hago. Quiero dejar de odiarte. Quiero quererte. Quiero verte sonreír. Quiero dejar de sentir dolor. ¿Por qué no ser como el resto?  ¿Por qué tener tantos puntos débiles? Por qué siempre me toca jugar con tanta desventaja respecto al resto? ¿Por qué?  
Siempre las mismas preguntas, siempre lamentándome por ello; y así terminan mis días, sin nada más que decir. 

Sé lo que es caerse, no querer levantarme, intentarlo, luchar por conseguirlo, y al fin lograr levantarme. Pero cuando vuelvo a caer, no sé por qué pero me vuelvo pequeña, y olvido que un día conseguí levantarme; que puedo volver a lograrlo, que solo es cuestión de saber esperar tu turno para poder ser un poquito más feliz. Porque todo pasa y todo llega. 

26 de abril de 2013

Amar sin control.




No sé que decir, supongo que ya lo sabía, pero una cosa es saberlo y otra oírlo decir. Es una mezcla de dolor y de paz, algo raro. Durante estos meses he invertido mi tiempo en callar lo que decía mi subconsciente y en escuchar atentamente lo que decía mi otro yo. Me he tragado  lágrimas originadas por ti, porque tenía la seguridad de que un día no muy lejano tocarías a mi puerta, sin yo esperarlo y me regalarías un motivo para sonreír.
Dicen de mi, que suelo perder el control cuando amo. Será porque no concibo la idea de amar bajo control. O porque crecí buscándolo sin control alguno. Cuando comienzas a amar sin saber lo que es, es cuando comienzas a perder el control. Porque comienzas a recibir y a dar algo que nunca tuviste.
Ver el amor desde tus propios ojos sin llegar a saber lo que es, es un tanto confuso.  Cuando veía a la gente manifestar con sus ojos lo que su corazón intentaba decir, era asombroso. No articulaban palabra alguna, solo se miraban. Y yo era capaz de comprender algo, que nunca llegué a acariciar.
Siempre me imaginaba en el lugar de las personas que observaba con tanta curiosidad. Sobre todo, de las personas que tenían ese algo en sus miradas, ese algo que las diferenciaba del resto, que  hacían preguntarme tantas cosas acerca de mi vida. 



27 de marzo de 2013

El sabor dulce del dolor/ The sweet of the pain








Siempre fui el segundo plato, la secundaria del cuento, la que alababa los logros de los demás por encima de los míos. La que se escondía entre la multitud, para así no poder ser reconocida. Esa chica con una sonrisa a medias, a medias por no saber despegar, por miedo o, por saber  perfectamente lo que significaba continuamente fracasar.

No sé por qué, pero siempre he pensado que habían cosas imposibles para mí, cosas que nunca llegaría a alcanzar. Pero un día comienzas a darte cuenta, de que pierdes más el tiempo en decir no puedo, que en levantarte e intentarlo. Que cuando lo intentas y consigues más de lo que en un principio hubieras imaginado, es cuando comienzas a valorar lo que un día tanto despreciabas, a ti misma.

La vida nunca deja de enseñarte, de asombrarte. No hay nada como superar retos, y pasar ante ellos con orgullo queriéndote por ello. Porque si, a mis 27 años estoy comenzando a saber lo que es eso, y no sé como no aprendí a hacerlo antes, porque es tan gratificante.

No hay nada que no puedas realizar, nada. Aunque el dolor y el miedo congelen las pocas fuerzas que te quedan. Deja que actúen, deja que hagan su trabajo, que cuando terminen  ya podrás comenzar a hacer el tuyo.

No todo lo bueno tiene su final, también lo malo. El secreto radica en no intentar  encontrarle un por qué, ni impacientarte porque que llegue a su fin. 

Sin darte cuenta, y tras un largo y costoso trayecto es cuando comienzas a conocer, lo dulce del dolor.

Cuando empiezas a apreciar y a saborear ese sabor, es cuando comienzas a vivir. Cuando comienzas a darte cuenta de que no era tan agridulce como aparentaba desde fuera y como se comenzaba a apreciar en un principio. Es cuando le das la mano al dolor. Cuando el dolor comienza a formar parte de tu vida, pero no de una forma negativa, sino positiva.

Sin duda esa es la actitud.






I always felt like the second choice,and never felt like the main character. I always praised the achievements of  other people over mine. I have always felt like a shadow hiding in the crowd,so as not to be noticed and recognised. A girl with a half smile, because this girl was afraid to shine. Maybe  she was fearful, or because she had experienced continuously what it felt to fail.

I dont know why, but I always felt a lot of things were impossible  for me to achieve,and felt many things were impossible for me. However one day I realised that  you lose time contemplating and saying  I cant, instead of actually being bold and trying it. When you eventually try it you discover that what you found impossible was possible, after all and you discover you gain more on that one day than you would have ever  imagined, and from that day on you regret not having the confidence in the beginning.

Life never fails to amaze and teach you. It is amazing to complete challenges and be proud and loving yourself for your achievement. You realise that the notion of things are impossible does not exist anymore. Because in my 27 years of life I am starting  to realise that nothing is impossible, so much so I am saddened I never  believed this earlier  the feeling of achievement is the most rewarding feeling ever.

There is nothing that you can not do, nothing. Although fear and pain, paralyze your strengths and your will to live,and  will to fight. Let it do it, let it they do their work, because when they finish, you will able start your work.

All good things havent your end, all bad things, also. The secret comes in to be able try not find it a why. and dont lose the patiente. The end will come. After all the obstacles and  hardship you endured, you will start to know the sweet of pain


When you start to appreciate and savor the taste, is when you start to live. When you start to realize that it was not so bittersweet as it appeared from the out. It is when you give the hand at pain. When the pain starts to form part of your life, but not in a negative way, but rather positive. 
Without doubt this is the attitude.





3 de febrero de 2013

La pendiente




Hay veces que tienes que atravesar ciertas metas, para así  poder evaluar de una mejor manera, el camino que has tenido que recorrer, hasta llegar a ella. Una vez pasada esa línea, comienzas a darte cuenta de que esos obstáculos que te imposibilitaban a tomar esa decisión, sólo fueron un cúmulo de casualidades originadas y a la vez mal estructuradas por tu mente. 
Sólo piensas en esos intentos de abandono, en esos momentos de aislamiento absoluto, donde llorar o quejarse te sirve de bien poco. 
Esos momentos en el que tu propio aliento se convierte en tu sombra, y a la vez en tu única compañía.

Por muy dura que resulte ser la elevación de esa pendiente y por muy sola que te encuentres; a pesar de no tener el viento a tu favor, ni el valor suficiente de emprender el camino. Nunca podrás hacerte una  idea, de la cantidad de cosas maravillosas que esconde la parte más dolorosa de dicha pendiente.

Un vez superada la primera pendiente, todo huele de diferente forma. Tus piernas se enfrentan a tus miedos,  y comienzas a disfrutar, dejando un poco de lado al dolor.
Te das la vuelta y es cuando comienzas a valorar el camino ya recorrido.  Dándote cuenta de que aquellas cosas que echabas tanto en falta, no te hacen falta para superar ningún obstáculo. Te das cuenta de que no hay nada imposible, que todo sufrimiento trae consigo su triunfo.

Es imposible saborear el placer de haber alcanzado la cumbre, sin tropezar antes con la contrariedad de las pendientes.
Cada zancada suponía un viaje a lo desconocido, una nueva oportunidad de desechar todo aquello que pesaba de más para los demás, cuando para ti dicha carga carecía de valor numérico.


Mirando hacia adelante, es cuando comienzas a darte cuenta de que nunca habrán pendientes ni miedos suficientes, que consigan paralizar tu lucha, ni esa sensación  tan hermosa de que puedes conseguirlo, por ti sola.

2 de noviembre de 2012

Engañar al dolor







Engañar al dolor. ¿Es posible? 
Ver al chico que quieres en medio de la oscuridad de la noche, dándole a ella lo que tu piel pide a gritos.¿Cómo hago para que no me duela? Para no irme por las calles cabizbaja, y sin un rumbo fijo.

Y es que cuando el dolor es por dentro... es más fuerte...


Mirarme al espejo y no sentir angustia, que un kilo perdido no suponga un motivo para sonreír,  perder a la persona que más quieres y darte cuenta de que tu reloj no se ha parado para tí, ni lo hará. Sentirte completamente sola, y conseguir encontrar un sentido a ese vacío.



Según un estudio, si te duele la mano derecha y la cruzas con la izquierda, consigues engañar al cerebro, y por lo tanto a esa sensación de dolor. 



No es tan complejo como parece ser, lo que es difícil es poder ver la realidad a través del dolor. 

Sé que muchas personas que han leído  este blog, no han llegado a sentirse identificadas con lo aquí expuesto. Sé que tengo una manera de sentir las cosas, un poco difíciles de traducir, pero hasta la persona más intratable, tiene sensibilidad, se conmociona, y sobre todo no conoce la indolencia.
Si siente cuando una aguja atraviesa su cuerpo, porque no sentir el desamor, el duelo, el propio dolor.  


"Me niego a aceptar que para poder sobrevivir en este país haya que tener piel de elefante"

Lila Ochoa


Psicológicamente es el mismo dolor, porque el dolor es algo intrínseco  sea palpable o no. Y sé, que muchas de esas personas reacias a este blog en algún punto de su lectura se ha sentido identificados, lo sé. Aunque sea un blog muy compungido como algunos explican. Lo siento, mi mente solo actúa ante estímulos causados por él, por el dolor, cuando no lo distingue, se toma unas merecidas y largas vacaciones, pero eso si,está entre mis objetivos hacerlo, de verdad.

Siempre he pensado que soy como un libro imposible de cerrar, tengo una necesidad imperial de aflorar lo que siento,  de oler sentimientos, de poder clasificarlos, ordenarlos, y nunca taparlos, nunca. Será porque durante un tiempo, algo me impedía hacerlo.
Nunca quise darme cuenta de ello, pero transformaba el dolor en algo dulce, sin saber nunca de donde provenía esa angustia. 

Cuando la capacidad de expresión y resolución de conflictos emocionales es limitada, la sobrecarga es aún mayor. Si esa sobrecarga emocional no se libera de alguna manera puede causar enfermedades tanto físicas como mentales.



No sé si es posible engañar al dolor o no, pero evitándolo, o quererlo maquillar con polvos ficticios, hace que te unas más a él, sin tú quererlo. 
Huir de él es algo equívoco, ni avanzas ni retrocedes, haces que la captura de tu realidad se congele, sin poder dar un paso firme. 
Es como superar el miedo a volar, no consigues nada quedándote en tierra. Con el dolor ocurre algo parecido, cuando consigues entender el por qué de ese sentimiento, de dónde radica y hacia dónde quiere llegar, conseguirás vencerlo.



16 de septiembre de 2012

Bailar con el dolor



Mientras me miro en el retrovisor, puedo ver como mis pestañas, ponen el cartel de cerrado a mis ojos, como mis dientes superiores, muerden a mi labio inferior al ver la hora, y como  mi mano derecha, recoge  mi flequillo con la horquilla que encuentro en el bolsillo de mi pantalón. 
Llevo dos horas conduciendo y la temperatura desde que salí ha bajado considerablemente, lo cierto es que no me encuentro demasiado bien. 
De repente comienza a sonar los primeros acordes de Scar Tissue, de los Red Hot Chilli Peppers. Consigue algo increíble, en pocos segundos me hallo inmersa en medio de otro escenario, mi parabrisas comienza a ofrecerme  una visión muy diferente a la de la anterior, mi brazo izquierdo también queriendo experimentar esa sensación,  sale por la ventanilla para ser testigo de lo que mis ojos están contemplando en esos mismos momentos, haciendo como si dibujara figuras con ayuda del viento. 
Al fondo de esta particular estampa, el sol  intentando despegar sus rayos, detrás de esa gran montaña.
Me aporta tanta tranquilidad esta canción, que ni me doy cuenta de que acabo de llegar a mi destino.


Salgo del coche y lo primero que hago es intentar alcanzar alguna imagen que tenga que ver contigo, sin obtener éxito alguno.
Me dirijo a ti, me miras a los ojos pero tardas menos de dos segundos en desaparecer.
La casa no huele como antes, ya no es la misma. Persianas bajadas, polvo en los muebles, y una sensación de dolor, que hace que no tenga ni ganas de moverme.
Abro mi armario y todo son recuerdos, cosas que sin darme cuenta pasaron y que no volverán a repetirse. Suena el teléfono, es el chico que conocí  la semana pasada, el mismo que dijo que me llamaría nada más llegar a casa. Todos son iguales.
Al ver el móvil me doy cuenta que tengo varios mensajes, entre ellos uno que dice: "¿Nos morimos juntas? "  miro el remitente y me tiro a la cama sin poder pegar ojo.
El hambre me despierta, pero no sé que tiene esta cama que me atrapa. Es la cama de mi madre, me acuerdo que de pequeña me hacía la dormida, y cuando oía el golpe de la puerta al irse a trabajar iba corriendo a su cama para seguir durmiendo. A pesar de los años yo creo que hasta está más cómoda que antes.
 Viendo las fotos que inundan la cómoda de mi madre, comencé a recordar que hace muchos años no me quedaba más remedio que acostumbrarme al dolor, porque cuando uno vuelve a olerlo, habituado a no hacerlo, el dolor puede llegar a ser hasta irrespirable.

Sin embargo, con el tiempo aprendí a no hacerlo, a no dejarme contagiar por ningún virus que quisiera tentarme a hacerlo; aprendí a que Dios, o como quieras llamarlo, aprieta pero no ahoga, aprendí a tragarme las lágrimas y a transformarlas en carcajadas; aprendí a depender de mí y no de los demás; aprendí a seguir y no parar, por muy intenso que fuera el dolor; aprendí a ver las cosas productivas del sufrimiento, a no temerlo; aprendí a soñar despierta; aprendí que el querer no significa sufrir;  pero sobre todo aprendí a bailar con el dolor, sin que me pisara.






20 de mayo de 2012

El silencio






El silencio, el darte cuenta que no hay vida, que lo único que queda en esa casa son los pocos rayos de sol que consiguen adentrarse por la ventana de aquella cocina. Abrir un ojo con la confianza de que lo vivido haya sido solamente algo efimero, y comprobar que no, que las cosas siguen en su mismo sitio, que nada ha cambiado. Ese silencio ensordecedor, que se te introduce en la mente provocándote un fuerte dolor de cabeza, no entiendes, ni puedes intentar hacerlo. Parece como si silencio congelara el tiempo, la ropa sin recoger, las puertas de los armarios sin cerrar, las sillas de la cocina mal colocadas, el esmalte de uñas sin cerrar, la toalla de la ducha tirada en el suelo, las cortinas del salón moviéndose al son del viento, las ollas sin fregar, y de fondo, un sonido de una televisión que nadie ve.
No te acostumbras, no puedes, no debes. 

Cuando ves que ese silencio pasa del blanco y negro al color, todo parece tener un sentido, hasta las cosas que antes detestabas comienzas a quererlas. Comienzas a formar parte de una película diferente de la que formabas parte anteriormente, más bonita, sin nada ostentoso, pero bonita. Comienzas a oir ruido, si, un simple portazo, el estornudo de alguien,  los pasos de esa persona acercándose a mi habitación para darme los buenos días. Ahí es cuando te acostumbras, cuando realmente no quieres dejar esa casa, cuando ves que esos pequeños rayos que se colaban sin avisar por aquella cocina, se han convertido en rayos de luz, de armonía, de seguridad, de calor humano. Incluso se te llega a olvidar que un día el silencio habitaba allí, no lo recuerdas, no le temes.
Sin emabargo, si regresa como no temerlo, como no desanimarte, no caer.
Así me encuentro cansada, abatida, destruída y lo peor de todo acostumbrada a él. No hay nada peor que acostumbrarte a la oscuridad porque nunca conseguirás volver a ver la luz,  por eso prefiero no acostumbrarme, no aliarme con él, levantarme aunque mis piernas no me respondan, sonreir aunque mis labios estén fuertemente sellados, pero nunca acostumbrarme a él.


25 de marzo de 2012

El dilema de lo no tangible








En los días de lluvia como los de hoy es cuándo una cierta melancolía atrapa mi mente.
He de decir que no me gusta la lluvia, sólo cuando sus gotas son de la misma magnitud que mis lamentos. Esa sensación, ese ruido..., me otorga una cierta compañía entre tanto silencio que da de sí mi soledad.
Pero aún así, sigue sin convencerme del todo los días en los que pasa un coche a tu lado, conducido a gran velocidad y te salpica entera, en los que ves ensuciar los critales de tu casa, los mismos que el día anterior limpiaste con tanto esmero, en los que las miradas al cielo no cesan, y en los que la cantidad de cosas que puedes realizar en un día normal, se ve reducido a la mitad.

Hoy ha sido el día de mi regreso,  intento escaparme lo poco que puedo para enfundarme con mi gente. Esos pequeños ratos, son los que me hacen crecer y me hacen entender un poco más, el sentido de mi vida. Sigue siendo el escalón más alto de mi pirámide, el más inquebrantable, al que más tiempo dedico.
Me encantan esos momentos en los que un simple abrazo dice más que cualquier intento de ánimo. Me encanta rozar mi nariz con la de la persona que quiero, hasta conseguir acercarme a sus labios. Me encanta que me intimiden con la mirada, que me dejen sin saber que decir... No sé que haría sin esos pequeños momentos...

Por fin, la lluvia ha cesado en su intento de fastidiar mi día, no es que se vea el sol en todo su esplendor, pero poco a poco las nubes se van dividiéndo. No sólo es por la lluvia por lo que estoy así de tenue. 
Hay veces que crees haber conseguido algo y de repente te toca dar pasos atrás en esa pequeña búsqueda de la felicidad. Porque sí, es mi pequeño desafío personal.  


De repente oí un chasquido de llaves, y veo asomar tu carita por la puerta. Pero es tan grande eso que siento por ti, que me ruborizo al verte, sin poder seguir tu mirada.
Tu saludo llega a ser como un pequeño aliento, tu cercanía mi calmante, y tu intento por animarme lo mejor del día.
 Sé que tengo un defecto y del que me siento super orgullosa, nunca hay que sentir apatía por esas cosas que nos hacen tropezar.
 Doy mi vida al que se enamore de ella, y creo que es por el poco aprecio que nos tenemos ella y yo. Pero la experiencia nos hace sabios, o eso creo. Intento que mi desafío sea el ruborizarme con gente que tiemble al verme.
Pero supongo que aveces uno no siempre tiene lo que desea o imagina. Lo intengible debe pasar a un segundo plano, aunque sea lo más preciado ya que suele ser lo inalcanzable. Y no estamos para pensar en cosas utópicas, sino en cosas cercanas, cosas que nos hagan sentir, sea dolor o bienestar.
 Pero figuras de cuadro de pared, ¡no! Y digo esto porque después de intentar sacarme una sonrisa, no tardé ni un segundo en perderte de vista. Ahí estaba en el sofá, de nuevo con la misma rutina, siendo la lluvia y el silencio mis únicas compañías.
Sino tiemblas al verme, sino me miras cuando mis ojos llevan escrito más de lo que cualquiera pudiera darte, sino haces el mínimo intento de cogerme cuando ves que me caigo, sino echas de menos ni mis más absurdas tonterías. No vuelvas a pasar por esa puerta, aunque cada vez que la vea desee oir ese chasquido, aunque baje el volúmen de la televisión para cerciorarme de que es tu moto la que acaba de ser aparcada. Prefiero lo tangible, lo perceptible. No quiero más días de lluvia, quiero ver llover y no sentirme quebrantada, porque no es la lluvia, soy yo cuando te veo y no te veo a la vez.

5 de febrero de 2012

No te veo



         Lo único que me permite estar cerca de ti, son mis largas pesadillas en las que te veo con ella, pero sonriéndome a mi, siempre a mi. Dónde el mundo se organiza para ir en contra mía, en donde me siento extraña y continuamente atacada por elegir la opción que nadie se atreve a escoger.
Por no hacer lo que todo el mundo hace.
Nos encontramos en mis pesadillas cada noche, me despierto sudando, casi sin respiración. Y muchas veces lo hago hasta preocupada de ver que sólo ha sido una fascinante pesadilla. Qué mezcla de sentimientos.

Eres tú, tú, sólo tú el que consigue que siga creyendo en el amor, eso tan difícil de sentir y tan fácil de predicar; eres la esperanza que muchos me quitan, eres mi kit de supervivencia cuando la soledad me aprieta.
Qué dificil es aprender a tomar decisiones por miedo a tener que llegar a la última página y que no nos guste lo que veamos en ella.
Aunque, ¿qué es la vida, sino una  toma de decisiones?
Qué difícil se me hace no dudar, cuando detrás de cada duda hay un acierto.
Qué frío siente uno, cuando el sol salía más en el pasado que en el presente. ¿Dónde estás? Porque no te veo, me estoy acostumbrando a ello y no quiero.

Conociéndo de primera mano mis heridas sin cicatrizar, vuelves a atacarme sin ni siquera preocuparte de apuntar bien.
Siempre he sido para tí un conejillo de indias que encontraste por casualidad, y que de alguna manera te simpatizó.
Cada vez que me apuntabas mis heridas ya acostumbradas, se familiarizaban con tus armas y ya no sentía dolor, sólo frío y compasión por ti.

No sientas lástima por mi, aunque me dedique todas las tardes de lluvia a llorar sobre tu ropa sin lavar, impregnada por tu olor y el silencio de la casa,  aunque me quede horas y horas mirándome al espejo sin pestañear, sin poder llorar aunque el dolor llegue hasta asfixiarme... preguntándome porque no te veo ya ni en mis pesadillas...







23 de septiembre de 2011

Un duque que no resultó como el de la serie...





Cuando hace sol y la nube puñetera por mucho que intente esquivarla me quiere hacer compañía, intento acordarme de como hacía esos días en los que no sólo era una, sino dos, tres, cinco... las que me impedían ver el sol durante mucho tiempo.

Me acuerdo mucho de aquel día, de cuando dí mi cuerpo para sanar mi mente.
Recuerdo  aquellas mañanas, tardes, noches; sentada junto a la ventana con la mirada desorientada, ausente pensando en lo que había sido de mí durante ese año, no sabía qué decir  sólo tragaba saliva y lloraba de rabia  por haber arruinado una etapa de mi vida, sin yo haberme dado cuenta de ello. 
Salí victoriosa de ese combate y dejé aquel puesto de la ventana para otras personas. Aprendí tantas cosas de esta vida, tantas... Qué jamás podrán ser olvidadas.
Ahora viene el pero, lo he vuelto a pasar, he dado marcha atrás y me he sentido como en aquella etapa. Sumisa, dependiente de sentimientos, enganchada al cariño... y lo peor de todo he perdido nuevamente mi dignidad.
Lo único que pretendía era seguir sus pasos, no enfadarle,  hacer que gozara de mi aunque yo no pudiera hacerlo, enamorarle, no cagarla, sentirle, que no me levantara la voz, ni me tratara mal, que no me hablara como si fuera uno más, que me cuidara cuando estaba mal,que pensara en mi, en nosotros, en lo mucho que nos queríamos, en que cuando nos mirabamos había magia, que no existía nadie, nadie. Pero algo pudo más que eso.
Que cuando me viera llorar me quitara esas ganas con un simple abrazo,que tanto le costaba darme,  y que escuchara mis consejos, consejos que nunca quiso entender.







4 de septiembre de 2011

D O L O R




Como pedirle a un invidente que me ayude a encontrar algo que ni yo misma consigo ver, como pedirle  a un sordomudo que me intente describir como suena lo último de mi cantante preferido, o como pedirle a un paralítico que corra cuando tiene tras de sí un peligro inminente, cuando mis piernas ni son capaces de responder ante mis peores miedos.
Como pedirle a una persona depresiva que me haga reir cuando ya ni reconoce el sonido de una carcajada.

No hay cosas imposibles, sólo difíciles de conseguir. Pero el secreto está en uno mismo, en querer y creer poder lograrlo.
Cuando vendes tu mente y tu cuerpo al diablo o a saber a qué personaje proyectado por tu contaminada mente llegas a un punto en el que estás perdido, sí aunque suene como una rendición absurda e irreparable, pero es que hay conductas que no se deben de realizar o por lo menos  repetir.
Nadie pero nadie está a salvo de sufrir, es más llego a pensar que el dolor puede llegar a ser rehabilitador, si sabes como manejarlo obviamente. Para mí lo ha sido. 
Una vida sin sufrimiento no es vida, como el dicho aquel, solo el que se cae sabe lo que es levantarse. 
Aún así como he dicho antes, hay conductas que no se deben de realizar o por lo menos no repetir, porque ante todo somos humanos, y como tal, aparte de ser débiles la incitación a hacer ciertas cosas siempre habitará debajo de nuestra piel, la curiosidad, la fascinación a... Pero después del dolor siempre tiene que aver un intento de alejamiento, ¿Qué menos no? No sé porque tenemos la desagradable costumbre a acomodarnos a él y a sus malas consecuencias, cuando su rehabilitación puede llegar a ser tan placentera.

Recuerdo cuando de niños nos regañaban al hacer nuestras travesuras, siempre queriéndo descubrir nuevos mundos, veíamos los dos agujeros de un enchufe a lo lejos e ibamos corriendo a ver que se escondía detrás de esos  boquetes. ¿Tal vez nos conduciría a la casita de Ratoncito Pérez? o a saber a dónde, pero como no sabíamos el alcance del peligro, no conocíamos lo que era el peligro, o mejor dicho no sabíamos deletrear la palabra P E L I G R O, ibamos con paso firme hacia nuestra pequeña aventura.
El final de la hazaña ya la conoceis de sobra, algunos terminan llorando, otros de morros, y muy pocos van entendiendo que esa aventurilla puede acarrear un peligro en sus vidas. 

A dónde quiero llegar con todo esto...
Ellos no conocen lo que es la vida, no saben jugar con el dolor, ni el dolor con ellos, sus mente aún no están activas. Pero sí están en la misma línea que nosotros ante el peligro de sufrirlo. Porque nosotros si estamos al tanto de todo, aunque llevemos un chute de golosinas de lady di, sí hemos sufrido, le hemos permitido al dolor que entrara en nuestras casas, le hemos sacado de nuestras vidas con billete de regreso, hemos sido testigos de como dicho dolor ha castigado a gente que amamos sin poder hacer NADA, nos hemos acomodado al dolor de tal manera que sólo viviamos por y para él.

Veo que seguimos queriéndo hurgar en esos boquetes, aún conociéndo el alcance del peligro...
No quiero dolor, y si lo sufro quiero luchar contra él, ni tampoco quiero personas que sigan acomodadas a él...


28 de agosto de 2011

MIS 10 MANDAMIENTOS... NO!!!!!!




1- No me sentiré inferior a ningún hombre, por mucho que lo admire o me fascine.

2- No desnudaré ni daré mi vida cuando ellos no hayan dado ni una cuarta parte de su aliento por mi.

3- No descuidaré nunca más mi amor propio por un hombre.

4- No volveré a decir que estoy enamorada cuando sólo sé sus nombres, apellidos y lo bien que besa.

5- No volveré a quedar con hombres que me traten mal o me hagan llorar.

6- No desperdiciaré ni un día más de mi vida lamentándome por no tenerle, él se lamentará por perder una mujer como yo.

7- No volveré a comparar el hecho de ser feliz con tener el cariño de un hombre.

8-No daré oportunidades cuando no hay hechos.

9-No me arrepentiré cuando lo mande a tomar por culo.

10- ¡APRENDERE A DECIR NO Y A DECIR SE ACABÓ!


Porque el AMOR, no es nada de esto... como dije en el otro post, el amor te permite disfrutar de la vida, y si ese personaje no te lo permite a la papelera de reciclaje, si se puede reciclar claro...










19 de agosto de 2011

SENTIR QUE LA VIDA SE ME VA CONTIGO.




Hacía tiempo que no me sentía así, que no me despertaba con estas ansias de devorar el mundo, que no dormía tan plácidamente siendo testigo dónde sólo tú eres el protagonista de mis películas fantasiosas.
Hacía tiempo que no daba los buenos días con una sonrisa de oreja a oreja a mi madre y que no le transmitía ese deseo por salir y no agachar la cabeza ante una dificultad, por muy fea que fuera.
Hacía tiempo que no me sentía tan coqueta cuando me miraba al espejo...
Sí, me han enamorado. Hacía unos seis meses que no me sentía así o quizás más tiempo.
Echaba tanto de menos sentirme así...

El de despertarme y que lo primero que viera fuera a la persona que juega a tus espaldas con tus mariposas,  las mismas que sientes cuando lo tienes a tan sólo tres centímetros de tu boca. Sentir que te acordona por la cintura y que su mano llega hasta tus senos con tan suma delicadeza, que lo único que quieres en ese momento es que todos los relojes que existen en esa habitación dejen de funcionar, que en las calles lo único que impere sea el silencio, ya que lo único que quieres es perderte con él entre las sábanas...

El amor me hace sentir viva, hace que huela la vida de otra manera totalmente diferente, cuando normalmente lo único que siento por ella es impasibilidad  e incluso antipatía. Hace que sea persona, que mire a mi alrededor con la cabeza alta, con una esperanza de que todo lo negro puede cambiar a un gris en pocos segundos. 
Cuando estoy enamorada desearía que el sol nunca abandonara mis días y poder aprovechar cada centímetro de su piel...

Echarle de menos y estar pendiente del teléfono como si fueras una quinciañera cuando estás más cerca de los treinta. Sentir que lo pierdes que los lugares dónde coincidisteis por casualidad, dónde os amasteis ya no existen. Que sales a la calle a buscarlo y tus ojos sólo ven parejas demostrando lo que tú quieres demostrarle a él, oliendo la vida como pudiste hacer hace un tiempo gracias al amor, pero que en estos momentos te sientes tan pequeña que no puedes ni hablar. 
Sí aveces el amor duele tanto, tanto.
Sentir que me falta aire porque ya no lo tengo como antes, que mi histerismo acelera a medida que lo días pasan y su pasividad aumenta. Indiferencia, sentirte anulada, pasar de sentirte viva a estar en la plena oscuridad....

Asi es como uno se da cuenta que esas mariposas emprenden un viaje desde uno mismo hacía un gran jardín llamado amor, dónde aparte de miradas, besos, pasión, confianza... Hay VIDA.





Hago una pequeña apreciación este texto lo escribí pensando en una persona que sí que lo quería que sentí por el todo lo que aquí queda plasmado, pero él en cambio me hizo daño me causó dolor en reiteradas ocasiones, mi dignidad no existía, cuando nos mirabamos en el espejo, yo no existía solo lo miraba a él, SOLO ERA ÉL.
Me eclipsó, pero yo por lo visto a él no...
Se llamaba Roberto, y lo digo en pasado porque desde hoy ha muerto para mi.
Pero estoy ilusionada porque he cerrado una puerta, pero hay una ventanita que nosé porque tiene algo que me gusta jejeje...








14 de julio de 2011

Crónica



Sigue costandome entender el valor de la vida, cuando tengo tantos frentes abiertos.  
Sigue costandome abrir los ojos de buena mañana cuando me despierto entre mis sábanas, comprender porque sigo viva y porque estoy rodeada de gente que me quiere más bien poco,  aunque pensandolo bien alomejor me respetan más de lo que me puedo llegar a respetar a mi misma. El no despertar nunca más sigue rondándo por mi mente los días que las nubes no me dejan ver el sol, lo digo en voz baja eso sí, para que mi mente no se lo crea, pero como en realidad me da miedo lo desconocido, y no soy tan valiente como pensaba que era pues todo se queda en ideas sin fundamento.
Aunque mi impulsividad me sigue dando más quebraderos de cabeza, que mi no entendimiento con la vida.
Lo seguiré intentando en la siguiente partida.

Porque la otra partida la quiero usar con otra persona.
Porque no tengo motivos suficientes para entenderlo, pero ahora si creo encontrarlos.
Me desprecias,  y esos desprecios siempre son injustificados, no me valoras, nunca me has demostrado tu amor hacia mi de la manera que yo siempre hubiese deseado. 
Sólo te pido que me ames. Con un beso, un abrazo, una mirada cómplice.
Siempre he vivido para ti, mi vida ha girado en torno a la tuya,  has sido  como una pieza de cristal muy valiosa que transportas entre un montón de artilugios subiéndo por una escalera de caracol  teniéndo un pánico atroz a que se cayera.
Así he vivido contigo desde que te conocí, desde que empecé a saber de ti, a conocerte, a observarte, a amarte, a admirarte, pero sobre todo con miedo a que llegara el día en que me faltaras. Porque no sabría que hubiera hecho sin tí.
A día de hoy pienso que tu afección ha podido contigo, ese ha sido nuestra muralla, yo estaba en el este y tu en el oeste, y tu nunca querías venir conmigo, nunca lo quisiste romper, pienso que cualquier enfermedad es superable, pero tú te has rendido tantas veces... O mejor dicho no te has rendido porque ni siquiera lo has intentado, que es más triste. ¿Por qué? Tantas veces me lo preguntado... Porque esa hubiera sido la solución.

Siempre me quedaré con los buenos momentos vividos contigo, los malos serán un modo de aprendizaje, una puerta a futuros caminos donde poder desenvolverme cuando tú no estés. Porque a pesar de todo siempre serás un ejemplo en mi vida. Aunque me hayas faltado en muchos momentos, siempre eres lo primero de lo que me acuerdo cada día cuando me despierto. O cuando estoy disfrutando de algún acontencimiento en mi vida desearía que estuvieras conmigo para que disfrutaras también.
Hubiera deseado otro tipo de relación contigo, como tú hubieras deseado otras cosas, pero otra madre no. No te cambio por nadie. Pero si deseo que la palabra "crónica" se borre de tu cabeza y luches por ti.




24 de mayo de 2011

Las golosinas de Lady Di


Aquí estoy siguiendo el baile inútil del mosquito que hay sobre la pantalla de mi portátil, y  sí se que es sábado y también sé, que es cerca de las 3 de la mañana, y puede que tenga mejores cosas que hacer, que ponerme a escribir un sábado por la noche, pero lo cierto es que... es mi mayor placer.
Ponerme el pijama, coger mi taza con colacao y empezar a escribir hasta que me duela la cabeza. Plasmar todo lo que pienso, siento, lo me gustaria sentir,  no sentir o que no debería de sentir. En fín un laberinto de sentimientos que necesitan ver algo de luz.
Mientras la mayor parte de España está ahora mismo manifestándose, "la spanish revolution" en acción, cuestionándose el futuro de España, yo me cuestiono el mio propio que bastante tengo con él.
Al mismo tiempo que cuestionaba mi vida, me tomaba un yogur como si del último producto de la nevera se tratara, cuando habian 20 yogures más. Sí llevo varias semanas con la ansiedad en alerta roja, ahora mismo está en color rosita tirando a  fucsia jeje. 
Me estoy comiéndo el yogur y no me sacia. Esta noche cuando me lo estaba comiéndo,  me estaba haciéndo esa pregunta, ¿por qué esa ansiedad tan feroz?, Cuando sé como frenarla, cuando decir NO, como hacerlo, mi recompensa... Pero no, siempre se apodera de mi, esa sensación de agobio,  sola y buscando comida que nunca encuentro.¿Necesitaré golosinas? 
Las golosinas de Lady Di. Sí, creo que son perfectas para mi, nunca debí de haberlas dejado olvidadas  en aquel cajón. Porque forman parte de mi kit de supervivencia mental. 



11 de abril de 2011

Anticipo del verano



Qué tal?? Lo cierto es que ya paso poco por aqui, hace tiempo que no escribo, y echo mucho de menos hacerlo,  y lo cierto es que lo necesito y mucho. También últimamente los horarios del trabajo son un poco imposibles, me he apuntado al gym,  pero no es excusa. Siempre me ha encantado escribir, ha sido mi manera de venderme al mundo, por decirlo de alguna forma, que la gente viera esa parte que nadie ve.
Asi que prontito escribiré cositas... lo prometo
Las cosas van en su curso, yo estoy mejorando aunque haya tenido que recurrir a ciertas cosas que no me gusten, pero creo que es lo correcto. Al final he tenido que hacerlo.
 Voy en línea recta, mirando al frente, siiiiiiiiiiii, MIRANDO AL FRENTE.
Diciendo no cuando hay que decir que no, y aceptar el no, cuando es un no.
Espero escribir pronto
Besooos


Este vídeo quiero dedicarselo a mi padre, es que la letra me recuerda tanto a ti... Cuidate vale?





24 de marzo de 2011

Gritando en Silencio

Qué  difícil es...




No  disgustarse cuando no obtienes lo que pretendes,  no resultar agresivo cuando lo eren contigo,  no perder la razón cuando coqueteas con ella, o cuando ella lo hace contigo. Dar la espalda a la tentación cuando te resulta tan atractiva. Aceptar un NO cuando piensas que debe ser un SI, sonreír cuando no tienes motivos que te lleven a hacerlo. Perder la persona que amas, y no poder hacer nada por evitarlo. Porque realmente no la amas como deberías.

Asumir que la vida sigue sin esa persona que te levantaba cuando te caias. Entender que somos diferentes que cada persona es un mundo.
No sentirse sólo cuando realmente lo estás, admitir que nos equivocamos, cuando  es más fácil resaltar las faltas de los demás.
Escuchar un te quiero sincero, sin maquillaje alguno, sin intención de obtener su propina correspondiente. Decirlo por culpa del orgullo, cuando realmente deseas hacerlo.

Qué difícil es que no te etiqueten, que no te señalen, que no te observen. Y qué difícil es no pensar en ello.
Qué difícil es entender que han dejado de quererte, pero qué fácil olvidamos lo que es querer cuando herimos a la persona que amamos.
Qué difícil es sentirse  comprendido. Sentir que te escuchan, cuando estás gritando en silencio.
Sólo sabes soltar voces y decir que no hay quién me entienda. ¿Es que acaso lo has intentado?
Qué difícil es encontrar esos motivos que te ayudan a disfrutar de la vida, cuando tienes más motivos para no hacerlo.
Qué difícil es convencerse de algo cuando has estado tanto tiempo creyendo lo contrario.

Pero pienso que toda  dificultad tiene su facilidad, porque si le damos la vuelta a todas las frases que he puesto podemos verlo mucho más fácil.
Precisamente de eso se trata, de darle la vuelta a los problemas, pero no sólo el que tiene el problema sino su entorno.












9 de marzo de 2011

Una manera de ver las cosas

Debemos arrojar a los océanos del tiempo una botella de náufragos siderales, para que el universo sepa de nosotros lo que no han de contar las cucarachas que nos sobrevivirán: que aquí existió un mundo donde prevaleció el sufrimiento y la injusticia, pero donde conocimos el amor y donde fuimos capaces de imaginar la felicidad.



Gabriel ......García Márquez

27 de febrero de 2011

Siempre Me Quedará






Creo que lo que más jodido no es perder a la persona amada, o que no sea recíproco ese sentimiento, sino que por más que lo intentes no consigas encontrar a esa persona que reúna todo lo que buscas, todo lo que quieres para tí, todo lo que englobaría la palabra AMOR. 
Sí es guapo, pero... Si te hace reir, pero... Si te hace el amor como nadie pero... Si compartis muchas cosas en común... Pero te dice y te pregunta lo mismo que todos, de repente te suelta un repertorio de alabanzas que no vienen a cuento con tal de que te sientas halagada. Los sosos que me decís de ellos, que te hacen sentir sosa a ti también y te cuestionas, ¿tan rarilla seré, que no sacamos un tema de conversación ameno?
Los que no te hacen sentir única y te comparan con sus ex. ¿Dónde están esos hombres que antes si lo hacían?

¿Tan complejo puede resultar esto?


28 de enero de 2011

DESPEINATE!!!!!





Hoy he aprendido que hay que dejar que la vida te despeine, por eso he decidido disfrutar la vida con mayor intensidad… El mundo está loco.. Definitivamente loco… Lo rico, engorda. Lo lindo sale caro. El sol que ilumina tu rostro arruga. Y lo realmente bueno de esta vida, despeina…



- Hacer el amor, despeina.


- Reírte a carcajadas, des...peina.


- Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.


- Quitarte la ropa, despeina.


- Besar a la persona que amas, despeina.


- Jugar, despeina.


- Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.






Así que como siempre cada vez que nos veamos yo voy a estar con el cabello despeinado…






Sin embargo, no tengas duda de que estaré pasando por el momento más feliz de mi vida.






Es ley de la vida: siempre va a estar más despeinada la mujer que elija ir en el primer carrito de la montaña rusa, que la que elija no subirse.






Puede ser que me sienta tentada a ser una mujer impecable, peinada y planchadita por dentro y por fuera. El aviso clasificado de este mundo exige buena presencia: Peinate, sacate, comprate, corre, adelgaza, camina derechita, ponte seria…






Y quizá debería seguir las instrucciones pero ¿cuándo me van a dar la orden de ser feliz?






Lo único que realmente importa es que al mirarme al espejo, vea a la mujer que debo ser. Por eso mi recomendación a todas las mujeres:






Entrégate, Come rico, Besa, Abraza, Haz el amor, Enamórate, Relájate, Viaja, Salta, Levántate temprano, Corre, Vuela, Canta, Ponte linda, Ponte cómoda, Admira el paisaje, Disfruta...






y sobre todo, deja que la vida te despeine!!!!






Lo peor que puede pasarte es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar.




¿Qué os parece?
Gracias a Alba por el texto, y me gustaría dedicarselo a todas esas personas que no consiguen sonreir. SE PUEDE!