Alguien dijo en alguna ocasión que el carácter de las personas se mide por la resitencia ante las tentaciones.
Etiquetas
Videos
fotografia
ganas de salir adelante.
Música
amor
escribir
rihanna
sociedad
desaliento
lucha constante
ganas de salir adelante
optimismo
fortaleza
fuerza
moda
amistad
dolor.
inseguridad
coraje
dudas
impotencia
musica
viajes
aflicción
enfermedad
gagamanía
rabia
ropa
desamor
destruída
extenuación
vitalidad
Adele
libros
pensar
perdida
verano
diversión
mujeres
positivismo
qué les pasa a los hombres.
Cine
Hurts
Mango
Oscars
ausente
cafeteo
chic
deseo
despedidas
discos
dolor
fútbol
grammys
justicia
las manolitas
peliculas
puntos sobre las ies
tentaciones
Bruno Mars
Citas
MTV
NAVIDAD
Poemas
andrea
aprendizaje
cosas de mi
cosmética
desenfreno
destruida
dietas
envidia
feedback
fiesta
ganas de morir
golosinas
grossomodo
ilusión
impulsividad
jessie j
kazaky
kling
madre
miedo
nomelopuedocreer
peinados
política
racismo
robyn
simone
tranquilidad
28 de noviembre de 2012
2 de noviembre de 2012
Engañar al dolor
Engañar al dolor. ¿Es posible?
Ver al chico que quieres en medio de la oscuridad de la noche, dándole a ella lo que tu piel pide a gritos.¿Cómo hago para que no me duela? Para no irme por las calles cabizbaja, y sin un rumbo fijo.
Y es que cuando el dolor es por dentro... es más fuerte...
Mirarme al espejo y no sentir angustia, que un kilo perdido no suponga un motivo para sonreír, perder a la persona que más quieres y darte cuenta de que tu reloj no se ha parado para tí, ni lo hará. Sentirte completamente sola, y conseguir encontrar un sentido a ese vacío.
Según un estudio, si te duele la mano derecha y la cruzas con la izquierda, consigues engañar al cerebro, y por lo tanto a esa sensación de dolor.
No es tan complejo como parece ser, lo que es difícil es poder ver la realidad a través del dolor.
Sé que muchas personas que han leído este blog, no han llegado a sentirse identificadas con lo aquí expuesto. Sé que tengo una manera de sentir las cosas, un poco difíciles de traducir, pero hasta la persona más intratable, tiene sensibilidad, se conmociona, y sobre todo no conoce la indolencia.
Si siente cuando una aguja atraviesa su cuerpo, porque no sentir el desamor, el duelo, el propio dolor.
"Me niego a aceptar que para poder sobrevivir en este país haya que tener piel de elefante"
Lila Ochoa
Psicológicamente es el mismo dolor, porque el dolor es algo intrínseco sea palpable o no. Y sé, que muchas de esas personas reacias a este blog en algún punto de su lectura se ha sentido identificados, lo sé. Aunque sea un blog muy compungido como algunos explican. Lo siento, mi mente solo actúa ante estímulos causados por él, por el dolor, cuando no lo distingue, se toma unas merecidas y largas vacaciones, pero eso si,está entre mis objetivos hacerlo, de verdad.
Siempre he pensado que soy como un libro imposible de cerrar, tengo una necesidad imperial de aflorar lo que siento, de oler sentimientos, de poder clasificarlos, ordenarlos, y nunca taparlos, nunca. Será porque durante un tiempo, algo me impedía hacerlo.
Nunca quise darme cuenta de ello, pero transformaba el dolor en algo dulce, sin saber nunca de donde provenía esa angustia.
Cuando la capacidad de expresión y resolución de conflictos emocionales es limitada, la sobrecarga es aún mayor. Si esa sobrecarga emocional no se libera de alguna manera puede causar enfermedades tanto físicas como mentales.
No sé si es posible engañar al dolor o no, pero evitándolo, o quererlo maquillar con polvos ficticios, hace que te unas más a él, sin tú quererlo.
Huir de él es algo equívoco, ni avanzas ni retrocedes, haces que la captura de tu realidad se congele, sin poder dar un paso firme.
Es como superar el miedo a volar, no consigues nada quedándote en tierra. Con el dolor ocurre algo parecido, cuando consigues entender el por qué de ese sentimiento, de dónde radica y hacia dónde quiere llegar, conseguirás vencerlo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)