11 de diciembre de 2012

Son esos momentos...







¿Te apetece perderte en mi cuerpo? 



Porque yo ya no sé como hacer para que me desnudes y perderme en el tuyo.

Son esos momentos dónde las lágrimas de mis ojos se secan, dónde tu tensión se afloja por momentos, dónde tu mirada dice lo que tu boca no consigue transmitirme. 

Noto como me acorralas, te miro y aún es mayor esa sensación.
Aún no me has besado y estoy temblando.

Me acaricias los labios con uno de tus dedos,  mientras los miras con deseo.   Eso hace que el miedo bloquee la salida de palabras, queriendo decirte lo mucho que me haces falta.

No puedo evitarlo y te beso. Sintiendo cosas que por más que lo intente, soy incapaz de explicar, y tu de comprender.

Te empujo hacia la cama, y es cuando mi rabia se convierte en un deseo imposible de frenar. No es sólo lo que veo, ni lo que puedo palpar. Es lo que le haces sentir a mi cuerpo, cuando está tan cerca del tuyo. 
Tu lengua paseando por cada parte de mi cuerpo hace que me estremezca, que te pida que no pares...