18 de enero de 2011

Columpiarse...

La vida me está permitiendo columpiarme en ella, ¡si!
  pero me produce tanto vértigo que aveces antepongo la idea de tapar mis ojos, a la de
mirar hacia abajo.
Eso si, el momento balanceo es tan placentero, que siento como si se estancara el tiempo.
Como cuando estás en el transcurso de una atracción de feria y es tal la sensación de adrenalina que no quieres que pare nunca.
 Porque hay situaciones en la vida que no quieres que tengan su desenlace, pero llegan aunque mires hacia abajo mientras haces formas entre el dedo meñique y el anular, haciéndo como si no fuera contigo, porque sólo mendiante un suspiro y ese alzamiento de cabeza para observar la realidad puedes llegar a originar el inicio de un nuevo ciclo.
Porque no hay que amedrentarse ante lo nuevo, ante lo que puede venir. No abrir una puerta puede significar un no descubrimiento ante cosas inimaginables, aunque  esa decisión cueste, aunque nos sintamos vacíos..., esa determinación puede llegar a  ser crucial.
Mientras tanto yo sólo deseo encontrarle más fundamentos al por qué vivir y no al por qué no vivir, porque supongo que tiene que haberlos. Aunque no me resulten del todo convincentes, aunque su duración no supere los 5 minutos, aunque conozca a mi alma gemela y resulte ser todo lo contrario, aunque la percepción  sobre mi siga dependiendo de los kilos que vaya viendo en la báscula, aunque mi entorno no sea el más adecuado, tengo que encontrarlos y columpiarme en ellos.


2 comentarios:

Sandrunk dijo...

Columpiate taaan fuerte, que haga que la inercia no te deje tener miedo de la altura...y entonces, cuando te sientas segura, sin miedo, disfrutarás incluso de la brisilla suave en la cara...estoy segura!!

repito y tripito, adoro como escribes...
un beso! =)

Patricia dijo...

gracias bombon