19 de junio de 2010

La impulsividad







Hay sucesos trascendentales en la vida que ni te esperas ni te imaginas, pero cuando llegan es cuando afrontarlo se convierte en un gran rompecabezas. Entonces aparece la impulsividad que se puede convertir en nuestro mayor enemigo a batir. 
A mi claramente me define la impulsividad, pero se puede convivir con ella e incluso se puede paliar.
La tentación siempre llama a nuestra puerta pero sobre todo cuando nos notamos más débiles, incluso nosotros mismos la atraemos, pero es ahí dónde tenemos que mostrar que somos capaces de controlarnos, de hacerle frente. Sé que puede sonar a algo parecido con los problemas alimenticios pero no tiene nada que ver, aunque esté todo tan ligado, los comportamientos humanos son muy parecidos ante todas las circunstacias de la vida, que me lo digan a mi.
No tomar decisiones bajo la impulsividad, porque en realidad no son decisiones. 
Hay que tomar decisiones por unos hechos reales, meditados, contrastados y hablados. 
La sinceridad juega un papel importantisimo, no avances sin la otra persona, comunicate con ella, no seas impulsivo, no estás solo en este mundo.

Aveces uno prefiere no amar por miedo a que se acabe dicho amor, por miedo a las mentiras, a los inventos, a ser la última tonta en enterarse de ..., o que la persona que más quieres sufra por su pareja sentimental. ¿Por qué mentir? cuando el amor es algo tan prodigioso, la impulsividad ayuda mucho al engaño, a no pensar coherentemente en la persona que tienes a tu lado dia tras dia, aunque la llama del amor se vaya extinguiendo poco a poco, no hay excusas. El engaño duele más que un amor consumado.

El amor duele cuando acaba, es como una montaña rusa, cuando acaba quieres repetir y repetir porque te ha gustado tanto el viaje... que no te gustaría que acabara nunca... Pero hay que cultivarlo mucho



3 comentarios:

hector dijo...

ya tenia ganas de leer algo tuyo, tanta foto y tanta foto jejeje
pasalo bien esta noche wapa

héctor dijo...

te quiero

Patricia dijo...

y yo y yo