14 de julio de 2010

Una noche de verano...


Me encanta  el verano, sobre todo cuando en la noche puedes dejar todas las ventanas abiertas y sientes como corre ese aire fresco por todo tus pies, aunque a las más frioleras como yo hace que aún nos refugiémos de ese aire con lo primero que pillemos. Aún así lo que más echaba de menos era sentarme en el balcón oir el ruido de los grillos, y alguna que otra voz del último que abandona el bar de la esquina.
Pero sobre todo me encanta escribir durante las noches de verano.

Últimamente nosé ni como expresar como me siento. Sé que sonreir aveces cuesta y que los motivos para no vivir aumentan con cada dificultad, pero cada vez veo más puntos de salida a esas dificultades. Y nosé ni como lo consigo, supongo que es porque no quiero morir pensando que no he superado los obstáculos que se me ha presentado en la vida.

Me he dado cuenta de que un día puede ser el más fatídico y que al día siguiente puede arreglarse sin tú saber como, y somos tan poco agradecidos que nos olvidamos del aquel fatidico día. Hay que valorar lo que nos viene y lo que se nos va.

Yo luché mucho contra mi enfermedad, y hoy en día sigo haciéndolo, aunque con menos fuerza porque ya no me hace falta. He conseguido valores y un control que nadie se imagina, aunque la mente sigue siendo dueña de mi misma, y por eso temo tanto las enfermedades mentales, como te pillen despistado te pueden hacer papilla, y no salir nunca de ese laberinto.

Ojalá aprendieras de mí, ojalá me quisieras un poquito más de la mitad que te quiero yo, ojalá no te hagan daño cuando yo no esté, ojalá vieras la vida como la veo yo en estos momentos, ojalá me entendieras, ojalá durmieramos abrazadas toda la noche,  ojalá escucharas todos mis consejos, ojalá mañana entraras a casa con una sonrisa, ojalá pusieras de tu parte para ser feliz, ojalá olvidaramos todo lo pasado, ojalá no me mires como una enemiga, sino como la persona que más te adora, ojalá te recuperes mamá!

1 comentario:

Simone dijo...

Creo que cada hombre quiere ser el destinatario de tus palabras.