29 de enero de 2014

Cuando dejé de ser lo que fui, para comenzar a ser lo que nunca llegaría a conocer...

Supongo que en esta vida uno de los secretos para no sufrir, para no sentir  es no sobrepasar el límite. Querer lo justo. Besar lo justo. Hacer el amor lo justo. Esperar de esa persona lo justo. Abrazar lo justo. Llorar lo justo. Dar lo justo. Hablar lo justo. 
Pero, ¿cómo saber dónde está el límite? 
Quiero vivir, no medir continuamente mis actos. Sí, quiero vivir. 
¿Pero cómo se hace eso?





9 de junio de 2013

C A O S



Y aquí me hallo, fuera de la ventana intentando gritar, intentando huir de esta situación tan insoportable. 
Hay veces que cuando tienes un mal día, o un mal momento, lo sopesas pensando en lo bueno que puede ser el siguiente; que solo basta con cerrar los ojos, e imaginártelo y sonreír.
No sé  lo que me ocurre, es confuso el sentimiento que tengo, es asfixiante, es demoledor. A veces el dolor, es implacable, no te deja pensar, no te deja reaccionar. 
Sigo sin encontrar la tecla adecuada, para poder desconectar de él en sus momentos más insoportables. Donde la mente es la primera en abandonar tu cuerpo, donde la falta de oxigeno comienza a ser más que evidente, y solo te queda la opción de trabajar sin ella, con las consecuencias que esa acción, pueda llegar a ocasionar en ti misma.  No existe un plan B,  no hay  una salida trasera, por la que puedas escapar. No hay nada, salvo tu misma sin unas directrices precisas y seguras para poder salir de esa situación.

Sigo pensando que en el momento en el que tu mente comienza a fallarte, a dejarte sola; todo cambia, hasta ella misma. No sé como hacer para volver a encontrarte, para que me devuelvas aquellos años en los que todo era diferente, menos real. 
Quiero dejar de vivir en aquel extremo de esa montaña, con el miedo constante a caerme. Quiero dejar de arrepentirme por las cosas que hago. Quiero dejar de odiarte. Quiero quererte. Quiero verte sonreír. Quiero dejar de sentir dolor. ¿Por qué no ser como el resto?  ¿Por qué tener tantos puntos débiles? Por qué siempre me toca jugar con tanta desventaja respecto al resto? ¿Por qué?  
Siempre las mismas preguntas, siempre lamentándome por ello; y así terminan mis días, sin nada más que decir. 

Sé lo que es caerse, no querer levantarme, intentarlo, luchar por conseguirlo, y al fin lograr levantarme. Pero cuando vuelvo a caer, no sé por qué pero me vuelvo pequeña, y olvido que un día conseguí levantarme; que puedo volver a lograrlo, que solo es cuestión de saber esperar tu turno para poder ser un poquito más feliz. Porque todo pasa y todo llega. 

26 de abril de 2013

Amar sin control.




No sé que decir, supongo que ya lo sabía, pero una cosa es saberlo y otra oírlo decir. Es una mezcla de dolor y de paz, algo raro. Durante estos meses he invertido mi tiempo en callar lo que decía mi subconsciente y en escuchar atentamente lo que decía mi otro yo. Me he tragado  lágrimas originadas por ti, porque tenía la seguridad de que un día no muy lejano tocarías a mi puerta, sin yo esperarlo y me regalarías un motivo para sonreír.
Dicen de mi, que suelo perder el control cuando amo. Será porque no concibo la idea de amar bajo control. O porque crecí buscándolo sin control alguno. Cuando comienzas a amar sin saber lo que es, es cuando comienzas a perder el control. Porque comienzas a recibir y a dar algo que nunca tuviste.
Ver el amor desde tus propios ojos sin llegar a saber lo que es, es un tanto confuso.  Cuando veía a la gente manifestar con sus ojos lo que su corazón intentaba decir, era asombroso. No articulaban palabra alguna, solo se miraban. Y yo era capaz de comprender algo, que nunca llegué a acariciar.
Siempre me imaginaba en el lugar de las personas que observaba con tanta curiosidad. Sobre todo, de las personas que tenían ese algo en sus miradas, ese algo que las diferenciaba del resto, que  hacían preguntarme tantas cosas acerca de mi vida. 



27 de marzo de 2013

El sabor dulce del dolor/ The sweet of the pain








Siempre fui el segundo plato, la secundaria del cuento, la que alababa los logros de los demás por encima de los míos. La que se escondía entre la multitud, para así no poder ser reconocida. Esa chica con una sonrisa a medias, a medias por no saber despegar, por miedo o, por saber  perfectamente lo que significaba continuamente fracasar.

No sé por qué, pero siempre he pensado que habían cosas imposibles para mí, cosas que nunca llegaría a alcanzar. Pero un día comienzas a darte cuenta, de que pierdes más el tiempo en decir no puedo, que en levantarte e intentarlo. Que cuando lo intentas y consigues más de lo que en un principio hubieras imaginado, es cuando comienzas a valorar lo que un día tanto despreciabas, a ti misma.

La vida nunca deja de enseñarte, de asombrarte. No hay nada como superar retos, y pasar ante ellos con orgullo queriéndote por ello. Porque si, a mis 27 años estoy comenzando a saber lo que es eso, y no sé como no aprendí a hacerlo antes, porque es tan gratificante.

No hay nada que no puedas realizar, nada. Aunque el dolor y el miedo congelen las pocas fuerzas que te quedan. Deja que actúen, deja que hagan su trabajo, que cuando terminen  ya podrás comenzar a hacer el tuyo.

No todo lo bueno tiene su final, también lo malo. El secreto radica en no intentar  encontrarle un por qué, ni impacientarte porque que llegue a su fin. 

Sin darte cuenta, y tras un largo y costoso trayecto es cuando comienzas a conocer, lo dulce del dolor.

Cuando empiezas a apreciar y a saborear ese sabor, es cuando comienzas a vivir. Cuando comienzas a darte cuenta de que no era tan agridulce como aparentaba desde fuera y como se comenzaba a apreciar en un principio. Es cuando le das la mano al dolor. Cuando el dolor comienza a formar parte de tu vida, pero no de una forma negativa, sino positiva.

Sin duda esa es la actitud.






I always felt like the second choice,and never felt like the main character. I always praised the achievements of  other people over mine. I have always felt like a shadow hiding in the crowd,so as not to be noticed and recognised. A girl with a half smile, because this girl was afraid to shine. Maybe  she was fearful, or because she had experienced continuously what it felt to fail.

I dont know why, but I always felt a lot of things were impossible  for me to achieve,and felt many things were impossible for me. However one day I realised that  you lose time contemplating and saying  I cant, instead of actually being bold and trying it. When you eventually try it you discover that what you found impossible was possible, after all and you discover you gain more on that one day than you would have ever  imagined, and from that day on you regret not having the confidence in the beginning.

Life never fails to amaze and teach you. It is amazing to complete challenges and be proud and loving yourself for your achievement. You realise that the notion of things are impossible does not exist anymore. Because in my 27 years of life I am starting  to realise that nothing is impossible, so much so I am saddened I never  believed this earlier  the feeling of achievement is the most rewarding feeling ever.

There is nothing that you can not do, nothing. Although fear and pain, paralyze your strengths and your will to live,and  will to fight. Let it do it, let it they do their work, because when they finish, you will able start your work.

All good things havent your end, all bad things, also. The secret comes in to be able try not find it a why. and dont lose the patiente. The end will come. After all the obstacles and  hardship you endured, you will start to know the sweet of pain


When you start to appreciate and savor the taste, is when you start to live. When you start to realize that it was not so bittersweet as it appeared from the out. It is when you give the hand at pain. When the pain starts to form part of your life, but not in a negative way, but rather positive. 
Without doubt this is the attitude.





19 de marzo de 2013

Gran sabio Albert Espinosa

“Mi madre inspiraba recuerdos sobre todo olores de verano. Decía que albergaba olores de verano para combatir el invierno. Por eso, cuando nos pasaba algo bueno, me tocaba la nuca y me decía: Inspira este recuerdo…Almacénalo para el invierno” Albert Espinosa 

My mother inspired memories, above all summer's smells. She put away summer's smells to fight the winter. So, when it happened us some good, she touched my nape, and said me: Inspire this memorie... keep it to the winter. Albert Espinosa









3 de febrero de 2013

La pendiente




Hay veces que tienes que atravesar ciertas metas, para así  poder evaluar de una mejor manera, el camino que has tenido que recorrer, hasta llegar a ella. Una vez pasada esa línea, comienzas a darte cuenta de que esos obstáculos que te imposibilitaban a tomar esa decisión, sólo fueron un cúmulo de casualidades originadas y a la vez mal estructuradas por tu mente. 
Sólo piensas en esos intentos de abandono, en esos momentos de aislamiento absoluto, donde llorar o quejarse te sirve de bien poco. 
Esos momentos en el que tu propio aliento se convierte en tu sombra, y a la vez en tu única compañía.

Por muy dura que resulte ser la elevación de esa pendiente y por muy sola que te encuentres; a pesar de no tener el viento a tu favor, ni el valor suficiente de emprender el camino. Nunca podrás hacerte una  idea, de la cantidad de cosas maravillosas que esconde la parte más dolorosa de dicha pendiente.

Un vez superada la primera pendiente, todo huele de diferente forma. Tus piernas se enfrentan a tus miedos,  y comienzas a disfrutar, dejando un poco de lado al dolor.
Te das la vuelta y es cuando comienzas a valorar el camino ya recorrido.  Dándote cuenta de que aquellas cosas que echabas tanto en falta, no te hacen falta para superar ningún obstáculo. Te das cuenta de que no hay nada imposible, que todo sufrimiento trae consigo su triunfo.

Es imposible saborear el placer de haber alcanzado la cumbre, sin tropezar antes con la contrariedad de las pendientes.
Cada zancada suponía un viaje a lo desconocido, una nueva oportunidad de desechar todo aquello que pesaba de más para los demás, cuando para ti dicha carga carecía de valor numérico.


Mirando hacia adelante, es cuando comienzas a darte cuenta de que nunca habrán pendientes ni miedos suficientes, que consigan paralizar tu lucha, ni esa sensación  tan hermosa de que puedes conseguirlo, por ti sola.

27 de enero de 2013

Amor - dazado

Nada.
Ni un sorbo de jodida autocomplacencia.
Dos manos vacías
y un hombre atrapado
entre ellas.

Asi te veo, cuando me follas con rabia,
así me abraces desnudo,
así me revientes sin mirarme,
y después, cuando ya respiras,
te oigo pensar en ti.

Déjame a mi mi cuerpo,
que me escuece el alma si me tocas.

Fuente:
HARRESIAN ZULO

6 de enero de 2013

Recrearte en mi imaginación.


Aveces piensas que estás en uno de tus peores momentos, cuando de repente te das cuenta de que no era tan malo como lo que te está a punto de llegar.

Sólo estaba él, no había otra cosa que pudiera hacerle sombra.

Cuando abría los ojos al despertarme, lo primero que me venía a la mente, era la última imagen que tenía grabada de él, tan cerca y a la vez tan lejos.
Me pasaba las horas  del día intentando averiguar la forma de poder conquistarle, de que por fin sus sentimientos y los míos pudieran cruzarse.  Pero de nuevo volvía la noche y con ella ese sentimiento de vacío,  y de silencio.

No sé ya de que manera decirte que te quiero, sin parecer una perturbada, no sé de que manera  retroceder para borrar todo aquello que hice mal, y que te alejó de mi. No sé de que manera acercarme a ti, sin que ello suponga un nuevo enfrentamiento entre mis sentimientos y los tuyos, en el que siempre salgo perdiendo yo.

No sé dónde está mi límite, no lo veo, ni lo pretendo. 

Sólo quiero cerrar los ojos y recrearte en mi imaginación. Llegar a casa después de un día duro de trabajo, y verte esperándome en mi portal. Coger mi cara helada con las manos, mirarme y hacer que mi corazón adquiera una velocidad que solo tú consigues accionar. Pedirme que no me vaya, que por fin sus sentimientos querían conocer a los míos. 

Sin embargo, la realidad era otra. Decidí abrir mis ojos y me dí cuenta de que  a lo que yo aspiro, está demasiado alto para poder ser alcanzado. 
Que mis mensajes seguían sin ser contestados. Que mis labios no aguantaban las ganas de volver a probar los suyos.
Pero mis ganas de poder verle en mi portal, seguían vigentes, no sólo cuando cerraba los ojos, también cuando a día de hoy, los abro y veo que no estás.



La luz que no quería ver.



Cansada de tenderme en la cama con una sonrisa, y levantarme entre miles de chillidos que no consigo, ni pretendo descifrar. Cansada de tanta mentira, cansada de no saber que es lo que me va a deparar, una vez comenzado el día. Con el temor de no saber soportarlo, o quizás de negarse a hacerlo.  Pensar, que aunque cueste creerlo, en medio de tantos gritos, pronto vendrán de nuevo las risas.  Miedo a abrir la puerta y no saber que encontrarme. 

No quiero salir de la cama, y con mis dedos recubro mis oídos para distraer mi atención, y  no inquietarme más; ya que los chillidos van adquiriendo una mayor dimensión. 
No puedo más y en medio de uno de mis impulsos, solté un -¡BASTA YA!- 
No puede ser que anoche se prometieran amor eterno y unas horas más tarde, no se acuerden de su promesa.

El reloj de cuco avisa de que son las nueve en punto, y eso consigue hacer un paréntesis, dando una tregua a los chillidos. Por una vez en mucho tiempo, eché de menos ese silencio que siempre dominaba la casa; acompañado solamente del tic tac del reloj, y del ruido producido por los pocos coches, que transcurren por la carretera contigua a la casa.

Respiré hondo e intenté calmarme. Seguía escondida en mi cama, con mi cabeza metida entre la sábana y la colcha. Sólo veía esa luz que provenía del exterior de mi habitación, a través del bajo de la puerta. 

No quería salir, no quería escuchar, no quería enterarme de  nada, sólo hacerme la dormida.

Y al final lo conseguí.




11 de diciembre de 2012

Son esos momentos...







¿Te apetece perderte en mi cuerpo? 



Porque yo ya no sé como hacer para que me desnudes y perderme en el tuyo.

Son esos momentos dónde las lágrimas de mis ojos se secan, dónde tu tensión se afloja por momentos, dónde tu mirada dice lo que tu boca no consigue transmitirme. 

Noto como me acorralas, te miro y aún es mayor esa sensación.
Aún no me has besado y estoy temblando.

Me acaricias los labios con uno de tus dedos,  mientras los miras con deseo.   Eso hace que el miedo bloquee la salida de palabras, queriendo decirte lo mucho que me haces falta.

No puedo evitarlo y te beso. Sintiendo cosas que por más que lo intente, soy incapaz de explicar, y tu de comprender.

Te empujo hacia la cama, y es cuando mi rabia se convierte en un deseo imposible de frenar. No es sólo lo que veo, ni lo que puedo palpar. Es lo que le haces sentir a mi cuerpo, cuando está tan cerca del tuyo. 
Tu lengua paseando por cada parte de mi cuerpo hace que me estremezca, que te pida que no pares... 









2 de noviembre de 2012

Engañar al dolor







Engañar al dolor. ¿Es posible? 
Ver al chico que quieres en medio de la oscuridad de la noche, dándole a ella lo que tu piel pide a gritos.¿Cómo hago para que no me duela? Para no irme por las calles cabizbaja, y sin un rumbo fijo.

Y es que cuando el dolor es por dentro... es más fuerte...


Mirarme al espejo y no sentir angustia, que un kilo perdido no suponga un motivo para sonreír,  perder a la persona que más quieres y darte cuenta de que tu reloj no se ha parado para tí, ni lo hará. Sentirte completamente sola, y conseguir encontrar un sentido a ese vacío.



Según un estudio, si te duele la mano derecha y la cruzas con la izquierda, consigues engañar al cerebro, y por lo tanto a esa sensación de dolor. 



No es tan complejo como parece ser, lo que es difícil es poder ver la realidad a través del dolor. 

Sé que muchas personas que han leído  este blog, no han llegado a sentirse identificadas con lo aquí expuesto. Sé que tengo una manera de sentir las cosas, un poco difíciles de traducir, pero hasta la persona más intratable, tiene sensibilidad, se conmociona, y sobre todo no conoce la indolencia.
Si siente cuando una aguja atraviesa su cuerpo, porque no sentir el desamor, el duelo, el propio dolor.  


"Me niego a aceptar que para poder sobrevivir en este país haya que tener piel de elefante"

Lila Ochoa


Psicológicamente es el mismo dolor, porque el dolor es algo intrínseco  sea palpable o no. Y sé, que muchas de esas personas reacias a este blog en algún punto de su lectura se ha sentido identificados, lo sé. Aunque sea un blog muy compungido como algunos explican. Lo siento, mi mente solo actúa ante estímulos causados por él, por el dolor, cuando no lo distingue, se toma unas merecidas y largas vacaciones, pero eso si,está entre mis objetivos hacerlo, de verdad.

Siempre he pensado que soy como un libro imposible de cerrar, tengo una necesidad imperial de aflorar lo que siento,  de oler sentimientos, de poder clasificarlos, ordenarlos, y nunca taparlos, nunca. Será porque durante un tiempo, algo me impedía hacerlo.
Nunca quise darme cuenta de ello, pero transformaba el dolor en algo dulce, sin saber nunca de donde provenía esa angustia. 

Cuando la capacidad de expresión y resolución de conflictos emocionales es limitada, la sobrecarga es aún mayor. Si esa sobrecarga emocional no se libera de alguna manera puede causar enfermedades tanto físicas como mentales.



No sé si es posible engañar al dolor o no, pero evitándolo, o quererlo maquillar con polvos ficticios, hace que te unas más a él, sin tú quererlo. 
Huir de él es algo equívoco, ni avanzas ni retrocedes, haces que la captura de tu realidad se congele, sin poder dar un paso firme. 
Es como superar el miedo a volar, no consigues nada quedándote en tierra. Con el dolor ocurre algo parecido, cuando consigues entender el por qué de ese sentimiento, de dónde radica y hacia dónde quiere llegar, conseguirás vencerlo.



28 de octubre de 2012

Ganas


        Me pasan tantas cosas por la cabeza que no me da ni tiempo a reaccionar.  Llevamos más de media hora metidos en el coche, mi cara está completamente inundada de lágrimas, no quiero seguir llorando, pero me quedo tan a gusto al hacerlo. 
Tú, en cambio sigues lejos de mi, mirando fijamente al frente con tics nerviosos. Sólo cuando agacho la cabeza y mi pelo tapa lo poco que puedes ver de ella, noto tu mirada, tus ganas de abrazarme, tus ganas de besarme, pero todo se queda en eso, en ganas.

Ganas de verme, pero no de quedarte. Ganas de besarme pero no de seguir. Ganas de abrazarme pero de soltarme rápidamente. Ganas de quererme, pero sin sentirlo. Ganas de estar conmigo, pero habiendo una distancia de por medio.
Ganas, que se convierten en cimientos fuertes, para lograr alzar ese castillo, en el que pueda coleccionar todas esas escenas, en dónde el protagonista eres tú, solamente tú.
Ganas que hacen que mi amor por ti,  se convierta en un trastorno, que solamente se calma,  al notar tu respiración cerca de mi nuca.
Dices que no quieres hacerme daño, pero ya lo haces al decirme eso, me dices que me tranquilice consiguiendo ponerme más nerviosa. Tu silencio consigue hacer eco a mis gritos, pidiéndote que me des lo que mis brazos gritan.

Sin quererlo, me doy cuenta de que el amar no tiene porque significar sufrimiento,  angustia, ni largas esperas. Cuando la embriaguez amorosa comienza a dejar de hacer mella en tu mente, comienzas a ver las cosas de otro color.

No porque ese chico, haya producido en ti un colapso sentimental, signifique que sea lo que te vaya a hacer feliz en un futuro no muy próximo. Y más, cuando tu presente lo nubla de momentos que se quedan en el intento de hacerlos posibles.



22 de octubre de 2012

Retroceder


Esto es algo que escribí hace años...



¿Será cierto que el primer amor; el que te enseña
a amar, se convierte en el único amor?
No creeré en parejas que tengan que durar toda la vida,
ni en el amor que tenga que sellarse en un papel. 
Pero si creo en el amor, en ese sentimiento, en que
cuando llega  es increiblemente arrebatador, pero en cambio cuando
quiere escaparse es tan desolador.







Porque el que de verdad ama o ha amado, sigue
amando aún sin sentir atracción por esa persona,   
 porque no le cuesta reconocer
 que sin esa persona no tiene vida.
¿Por qué que es la vida sin amor?
Porque al fin y al cabo llega a ser un modo de
aprendizaje de la vida, una admiración mutua, 
un respeto entre dos personas, una vida
feliz que yo nunca había sabido encontrar.